Luciérnaga blanca sobre fondo oscuro


Cogí al mundo con mis manos

y se me deshizo entre los dedos

ceniza negra, cargada de muerte.


Miré alrededor y todos tenían

pedazos de mundo entre las suyas

y las miradas estaban huecas


Me agaché para escarbar

con ánimo de encontrar...

sólo pude llorar, y me contuve.


Pensé que todavía quedan semillas

deben quedar, en alguna parte

pequeñas luces que destellen

entre la nada y lo oscuro


Miré hacia mí, respirando

y vi que en el fondo brillaba

un botón en el centro del pecho


Habrá que mover montañas

vaciar ríos, rodear universos

pero algo reluce allá adentro


La sonrisa se me nace fuerte

camino silbando una melodía enterrada.


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