ATENEO REALSITIENSE. El proyecto integrador de las letras, las artes y el movimiento intelectual de una ciudad.

Con el ánimo de ir construyendo, paso a paso, y por el buen camino, esta iniciativa, hemos considerado de interés explicarnos algo más en detalle, siempre con la zozobra de cualquier comienzo y, por supuesto, con la noble intención de no cambiar ni corregir en exceso, en el futuro cercano, los avances que se vayan dando.

¿ De qué hablamos cuando hablamos del Ateneo? Nos resulta imposible no transmitir que este proyecto, esta empresa surgida de la erudición y de la costumbre, de la preocupación por la creatividad y la sociabilidad ha existido siempre. Posiblemente no la hayamos visto o apreciado, pero como el viento, se ha hecho sentir en los rostros y en las almas, como una luz que todo lo abarca, que todo lo calienta, y solamente hace falta manejar el timón del foco para alumbrar doquiera que el arte pueda estar y persistir, en esta ciudad donde vivimos o de la que somos oriundos.

Independientemente de otros proyectos que se hayan celebrado en el pasado, el actual Ateneo Realsitiense  tiene como origen, semillero e iniciativa, la tertulia literaria en San Fernando de Henares, cuya primera edición se celebró el viernes, 6 de mayo de 2022, en el café Dickens, hoy reconvertido en un bar oriental del que desconocemos tendencia y audiencia. En estas reuniones, hemos recibido la visita de escritores, editores, aficionados a la lectura, bibliotecarios e incluso, amigos de familiares de D. Miguel de Unamuno, que no es cualquier cosa.

En el seno de estas reuniones "letradas", se ha ido forjando un corpus de ideas, tendencias, proyectos a futuro, enseñanzas, citas de apoyo paralelas, presentaciones de libros, hospedaje de iniciados, incipientes escritos tecnológico-esotéricos y un abanico tan abigarrado como interesante, al cual solo le falta para la cuadratura del círculo, un concierto musical o una exposición de escultura ( todo se andará)

 Pues bien, para poder coger con seguridad aquello que se nos escapa entre los dedos, se antoja necesario un avance cualitativo, un salto en el hiperespacio de las artes, una nueva organización que nos impulse hacia nuevos estratos de la promoción y la consolidación de todo aquello que, como se dijo, "la naturaleza imita con temblorosa mano de pupilo imberbe". Y aquí tenemos el Ateneo, científico (ya hablamos de inteligencia artificial), literario (los libros son el adobe y la cal) y cultural (abierto a todas las artes mayores y menores), así en general. Todo un reto para el equipo directivo y colaborador, a la sazón: los promotores de la idea primigenia. También una oportunidad para toda esa gente, que piensa, existe y posiblemente no se manifiesta en su quehacer artístico porque nadie ha canalizado el géiser de creatividad que seguramente genera, a chorros y borbotones de pura genialidad.

La tertulia del Café Gijón, un referente. El Ateneo de Madrid, un aliciente. El Ateneo Realsitiense, una senda que se abre, generosa, frondosa, enigmática, para caminar por ella. Ya tenemos a los guías preparados, que a la vez serán mochileros, aguadores, sherpas de fácil escalada y mejor aclimatación, y amigos para todo lo que se precie y precise. Seguiremos abriendo las distintas secciones que surgirán de aquí en adelante: charlas y conferencias, encuentros de poetas locales, exposiciones al aire libre, participación, si se requiere, en jurados y certámenes literarios, actividades conjuntas en otras localidades, para mantener el más amplio intercambio cultural en todos los ámbitos,  colaboración de personas asociadas para compartir, debatir y desarrollar información, conocimiento y experiencias comunes, y en definitiva, cualquier otra actividad acorde con los fines que se terminen estableciendo.

En nombre de los fundadores de la tertulia y de este Ateneo: Rafael Luis Gómez Herrera, y en el mío propio, muchas gracias a todos por la acogida.

José Tomás Castillo Pérez.