Ojos de aguas turbulentas

Miguel. Otrá razón. Un centro. Un eje. Algo sobre lo que rotar y por lo que vivir. Ojos que te hacen crecer y que guardan un océano de inocencia y de futuro. Miraría eternamente por esas dos ventanas grises. Ojos de aguas turbulentas, de mar bravo, de tormenta y de calma. Pone sus pupilas sobre mí y me doy cuenta de lo que ha menguado mi aura con la ya próxima cuarentena. Me taladra con su apabullante autenticidad. Ahora puedo decir que aquel rompecabezas desperdigado ha encontrado todas sus piezas. Reunidas quedaron hace unos años. Ensambladas con el tiempo y con el amor. Fundidas ahora con la cohesión de un alma inabarcable en un cuerpo de miniatura.
Comentarios
Besos para Miguel.