Nieve y hojas secas

Paralelismos. El inconsciente vuela solo y ata cabos. La tarde que fui al paseo de los chopos y pisaba las hojas secas, aquel manto de hojas amables y muertas. Esta mañana de nieve igual de condescenciente con mis pisadas. Hojas superpuestas y nieve sin principio ni fin, rendidas ante mi. Alfombras voladoras a ras de suelo que me transportan tan dentro de mi. Pleitesía, levitación serena. Crujir de camino viejo y caduco, y ahora, suave crepitar de algodones helados. Me inquieta darme cuenta de tanta realidad sublimada. El tiempo frena su velocidad, tan programada, tan machacona, para ponerse a la altura de mi ir y de mi venir.
Dos dimensiones paralelas que me demuestran la insoportable importancia de los segundos que pasan. Los pensamientos salen para recrearse con tanta belleza, saliendo del letargo de mis adentros; para arrancarme letras que apenas pueden expresar la cola de impresiones que se amontonan, apresuradas por derramarse y pisar la alfombra de hojas secas del paseo interminable y la nieve forastera que ha venido para dibujar las huellas que moriran al caer la tarde.
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