Gárgoris y Habidis

Vivimos inmersos en la polución urbana. Nadamos entre enormes cantidades de vacuidad. Esta es la razón por la cual hay que agarrarse a pecios que merezcan la pena, que no se descompongan con la fuerza del torrente cotidiano. Son tablas de salvación para el espíritu y las neuronas. Yo os digo qué obra es la que me está salvando últimamente: Gárgoris y Habidis. Facilidad de palabra, verborrea erudita, rigor histórico, búsqueda gnóstica; en definitiva, una buena obra para ocupar tardes de lectura dulce o mañanas de solaz y aptitud serena.Un apunte: El prólogo es de Torrente Ballester. Me refiero al prólogo de la obra en general, da igual la edición o la reimpresión. Ahora, la guinda la pone el autor con las sesenta y pico páginas de primer plato, antes del principal de la obra, con la que nos sentimos regalados en la edición de 2001. Después, la zambullida mística y el recorrido por un país llamado España, y por la historia mágica, etnológica e histórica de sus gentes y de los pueblos. Todo ello cosido, repujado, rematado y hecho libro, para el goce de paladares y meninges voraces.
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Saludos.