Figuras oscuras

El Dios de las sombras y de los charcos
es el solitario amo de mis calles
que resbalan por el tiempo
de puro llanto.
Un Dios, átomo de inmensidad
bóveda de lo minúsculo y de lo ausente
que no puedes ver porque no comprendes
que gotas heladas sirven de lente, silente
Me siento un príncipe de harapos
negros, azufrosos, incensados
que rezuman misterio y ausencia
y levantan polvo de vientos viejos
Soy el leviatán que no grita
porque guarda sus palabras
rosas negras, lamentos de acero
y libera su duro azabache
para atemperar el tiempo.
Dios, hombre,sombra
agua, silencio
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