Gilgamesh, Ulises, Perseo...

Y salvando las distancias, al hombre de nuestro tiempo. Sólo se crearán unos cuantos versos para relatar la proeza del vivir día a día. Hombre actual, qué solo te encuentras ante la vorágine de tu destino. Qué prisas te gastas en tu existencia. Qué lágrimas derramas y qué poco abonan el suelo del cemento que pisas. Cuántas trabas a tu humilde existencia, cuánta hojarasca legal, cuánto fastidio laboral.Diez, quince, veinte hidras tendrás que vencer al cabo del mes, para disfrutar solo de manás y delicias de quince minutos. Firmes te esperan los setos de estos laberintos y vericuetos vacíos que merman tus fuerzas. Hombre que reinaste una vez y que te ha sido arrebatada la oxidada corona, con lo que humilla y lo que jode. Ya no nos quedan Enkidus para compartir un rato. Ya no hay Ítacas donde esconderse y respirar un rato, ya solo quedan momentos dispersos y volátiles donde poder oler la paz,a ráfagas, relamiendo la estela del adiós hasta dentro de otra eternidad donde tus ojos brillen. ¿...